Disfruten el magazin VATICANO del canal EWTN. Pongan atencion especial, en el siguiente video, a los minutos 9'53" a 12'32"
En la fiesta del Bautismo del Señor, el santo padre nos alentó con la confianza en nuestra condición filial
con Dios, nuestra condición de hijos de Dios. Tal vez todos no seamos padres de
familia, pero todos si somos hijos! Esta es una condición común para todos. Es
cierto que no escogemos nacer, pero
también es cierto que a través de la relación con nuestros padres, maduráramos
la realidad que esta vida es un don gratuito de Dios, ha dicho el papa.
En ese mismo sentido nuestra relación con Dios se desenvuelve alrededor de
su figura paterna. Él es padre, padre mio, padre suyo, padre nuestro, nuestro
padre. El Dios de toda la creación y la
existencia es padre en un modo singular y personal con cada uno de nosotros. Su
santidad Benedicto XVI ha querido recordarnos que en esta relación personal con
Dios como Padre, nos convertimos en eso mismo que ya somos, hijos de él.
Y esto sucede a través de la fe, del si profundo y personal a Dios como el
origen y fundamento de mi existencia. Y el papa sigue adelante explicando que
esta fe se basa en Jesucristo, quien nos ha dado a conocer al padre. Y creer
que Jesús es el hijo de Dios requiere renacer de lo alto, de Dios, que es amor.
Así, el papa llega a hablarnos del sentido del bautismo, que es un nuevo
nacimiento a través de la gracia del espíritu santo en el vientre de la
Iglesia.
Al finalizar el tiempo de la navidad, El santo padre concluye dando gracias
a Dios, que se ha hecho hombre para que el hombre sea hijo de Dios. Nos
renovamos en este gozo de ser hijos como hombres y como cristianos y le pedimos
al buen Dios que nos ayude a vivir realmente esta condición filial no solo de
palabra sino también con hechos.