sábado, 24 de diciembre de 2011

La Simplicidad y el Silencio en Navidad




Mis queridos amigos, imágenes de la natividad de Jesús abundan en el arte y es por esto es común encontrar bellezas en los museos del mundo. Entre todos aquellos que he visto, me llama particularmente la atención aquel de George La Tour “La adoración de los pastores” de 1644 que actualmente se conserva en el museo de Louvre en Paris. Uno de mis compañeros de clase me la presento recientemente.

La adoración de los pastores fue un tema común durante el siglo XVII. Aquí se presenta con un simplicidad drástica, sin ángeles, nubes,  aureolas. La Tour revela la capacidad de concentrarse en lo esencial, excluyendo todo detalle superfluo y concentrándose en los efectos de la única fuente de luz interna en el cuadro. El bebe parece una pequeña momia, tiene un rostro bien logrado y adormentado. Los pastores son personas simples pero se presentan con gran dignidad, cuellos de encajes, bien peinados y portan objetos cotidianos de su labor como el bastón y la olla. Una ovejita huele al niño y cualquier espiga de trigo. María figura dominante a la izquierda y sus manos son las unicas en posicion de oracion. Jose los abriga con el calor del fuego. La danza de las manos es formidable, expresan la vida: el trabajo, el alimento, la fiesta, la protección y la oración. Este cuadro tiene un lenguaje para nada sacro, sin embargo es capaz de hablarle al espíritu. La Tour representa un mundo de luz interna, caracterizado de gran serenidad. Propone un ver interior, el único que puede nutrir una presencia. Alrededor del niño se esta invitado a coger puesto para completar el circulo y contemplar.

Agarremos ese puesto también nosotros y completemos el círculo abierto por María, José y los pastores. Descansemos en silencio delante de Aquel que el evangelista llama el Salvador, el Cristo Señor.
“Todo ha pasado en el silencio. Se necesita callar y regresar a los pintores del silencio como George La Tour. Y comenzar en la oscuridad y la confianza, para que la estrella matutina sea alzada también en nuestros corazones.” (O. Clemente) 

jueves, 22 de diciembre de 2011

Los gajes del tiempo escolar


¡Muy buenas las tengan todos!

Es cierto que no he escrito últimamente con la frecuencia prometida, pero sentía que debía, al menos, esperar hasta que Roma se convirtiera en rutina para tener de que hablar. Que duro suena eso de Roma rutinaria. Un imposible en una ciudad de tanto por explorar, nunca se extinguirá, eso si. Pero es diferente vivirla y vivir en ella. Pues bien, para soportar el duro trance he decidido visitar uno de los más venerables y legendarios cafés de la ciudad: el Café Greco, 250 años de tradición, lo que es nada, en la milenaria tabla del tiempo romana. Este café era el refugio de artistas, escritores y compositores ilustres en el siglo XVIII. Lo único que no me ha gustado es que ya no se ven escritores aquí; solo turistas despistados haciendo clicks en sus cámaras.

Bueno, la verdad es que ser un estudiante en Roma es un privilegio y mucho mas es una oportunidad valiosa tener el tiempo para hacerlo. Pero nunca me imagine que fuera a tener tanto tiempo y a la vez insuficiente para todo lo que se ofrece hacer aquí. Lo que lamento es que me toca compartirlo con cansonas tareas de latín y tediosas horas de lavandería. ¡Si solo pudiera expresar con palabras cuanto me chocan esas dos asignaciones! (que no me escuche el padre Alfonso) Y las dos por la misma razón: me quitan tiempo. Ahora la pregunta que sigue es: ¿tiempo de que y para que? Si soy estudiante y para eso solo tengo tiempo. Exactamente eso es lo que no me gusta de ser estudiante, el tiempo que se toma.

Para colmo de males me compre un reloj de pulso; creo que es el primer reloj que he comprado en mi vida. Pues antes, cuando sufría de nomofobia (miedo a dejar el celular en la casa), este me servía para decirme la hora. Y aunque nadie me pregunta la hora, yo me la cuento simplemente por el placer de mirar mi reloj. Se siente uno como más grande e independiente. Ya no tengo que mirar las torres, o preguntar, o adivinar calculando cuantos minutos faltan para que suene la campana.

Ahora, ¿por qué sufrimos de tiempo? Nos falta tiempo, es la queja con más lamentos. Como pasa el tiempo, dice uno cuando ve al niño mas crecido. El tiempo vale oro,  es el precio que le damos. No pierda tiempo, escuchamos como consejo del que ya todo lo vivió. No debería ser este, una preocupación, ni para bien ni para mal, digo yo, aquí en el café. Tiempo es lo que tenemos, y mas de estudiantes. Como suena de chillón aquel que dice que no le alcanza y mucho mas en la ciudad eterna, donde todo se toma su tiempo. Y si lo ponemos a otro nivel, mucho más de cristianos, cuando vivimos en el tiempo de Dios. No esperamos vivir la vida eterna después de la muerte, la vida eterna la vivimos ya desde el bautismo. Me lo dice el adviento y todo el año litúrgico, y las horas también. Entonces digo con el salmista: peregrino soy en la tierra (118,19) … cuando entrare a ver tu rostro, Dios mio (41). Lo único que espero es entrar en la presencia del Señor. Ya con esto mi problema se resuelve. Ahora, en el tiempo libre, puedo salir a buscar a cualquier santo perdido en Roma, como Luigi … continuara. 

Con su eminencia el Cardenal Cañizares, prefecto de la Congregacion para el culto divino. Que conste que no me estoy empinando.


Diciembre 8, oracion del Santo Padre en la columna de la Inmaculada  Concepcion en la plaza España.

Misa en la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, basilica de San Pedro, diciembre 12. El Papa oro por nuestros paises en español!

Aqui anuncio su visita a Mexico y Cuba en la primavera que viene. 

De paseo por el Tiber