domingo, 14 de agosto de 2011

Proyecto de Exploración

A que he venido aqui? Es una pregunta de curiosos que me hicieron en mi primer día en Roma. Y aunque pudo ser una pregunta improvisada, la respuesta merece ser honesta y meditada. La impresión es que el venir a Roma da estatus y cierto aire de ambición se puede respirar en el ambiente. Algunos en Chicago se atrevieron a profetizar de mi futuro de cura sin parroquia, desmeritando por completo el hecho del estatus que supuestamente se adquiere. Lo cierto es, y esto es lo que solo sé: soy un sacerdote de Jesucristo y ese es el único y mayor logro de mi vida; estoy bien contento y satifescho con eso. De manera que lo puse de inmediato sobre la mesa: mi unica ambición y verdadera aspiración es ser santo; si Dios quiere que yo alcance ese ideal a traves de derecho canonico, pues que asi sea. Por lo tanto, me aseguro que todas las pruebas y dificultades que se encuentren en el camino, las llevare como sacrificio por el pueblo de Dios en la Arquidiócesis de Chicago y por mi propia santificación. Que mejor proyecto se podra emprender?
Despues de dos vuelos sin novedades, llegamos a Roma en la tarde del 27 de Julio. El primer reto de hablar en italiano al taxista fue superado con creces; nos llevó a donde le pedimos y nos cobró lo justo por la carrera. Al llegar a la casa Santa María no encontramos a nadie que nos abriera la puerta. Seguimos todas las instrucciones que nos dieron, pero todas fueron agotadas sin tener éxito alguno, de manera que empezamos un arriesgado proceso de exploración. Finalmente, el padre Roberto encontró una entrada lateral que lo llevó a un jardin y desde allí encontro la puerta gigante de madera que tanto tocabamos del lado de la calle; la abrió y entramos con las maletas. La casa es bastante grande, era un antiguo palacio romano, que creo,  sirvió de convento antes que los obispos de los Estados Unidos lo compraran para crear esta residencia para los sacerdotes del colegio norteamericano. La recorrimos de piso abajo y arriba sin creernos violadores de propiedad privada.  La verdad es que nos sentimos de inmediato en casa, simplemente no sabiamos donde estaban las llaves. Ya una vez totalmente instalados, después de encontrar nuestros cuartos gracias a la única alma en la casa, el encargado durante el verano, nos fuimos a recorrer los alrededores.
Teniamos que luchar contra el cansancio natural de no haber dormido lo suficiente. Atraveazar el océano Atlántico desde occidente, nos deja con una noche muy corta. El vuelo nocturno de 8 horas de Chicago a Zurich  solo tiene 4 horas en lo oscuro. No queriamos  dormir en el momento, sino hasta que fuera la hora de dormir para los romanos. El “barrio” es practicamente el centro historico de Roma. Al salir de la casa encontramos la Plaza de la Pilota, donde se impone la fachada de la Universidad Gregoriana, allí empezaré a estudiar en el otoño. A la vuelta de la esquina y después de una cuadra al caminar esta la fuente de Trevi, la más popular de las fuentes en el mundo y un verdadero espectáculo arquitectónico y ornamental. Más adelante en dirección al oeste estan el Panteon, la Plaza Nouvona y la Iglesia de ‘Gesú’ donde se encuentran los sepulcros de San Roberto Bellarmino, San Luís Gonzaga y San Ignacio de Loyola en sarcófagos en lapis lazuli. Esta es una iglesia increíble. En su interior, cerca de la salida hay un punto amarillo en el suelo. Si uno se pone allí y mira hacia la cúpula, se verá absolutamente increíble y si se mira hacia la bóveda, se ven escenas de fuego y luz y los cuatro continentes representados por cuatro figuras. Las pinturas parecen tridimensionales. Lo más increíble de la cúpula que tan perfectamente se puede ver desde allí es que NO EXISTE, está pintada. Les aseguro que desde ese punto se puede ver el volumen y la forma de dicha cúpula.
Al admirar la presencia de los santos entre nosotros, una pregunta inquietante que me hice allí fue que sera lo que tiene el aire italiano para producir tantos santos a través de todos los tiempos? Por qué nosotros en América no hemos podido igualar ese número? Ese seria un buen proyecto de emprender, encontrar una respuesta practica al visitar tantas otras tumbas de santos en Roma, en Italia y en cualquier otra parte de Europa que se me permita visitar.

Tumba del Beato Juan Pablo II en la Basilica de San Pedro


Esquina de la Casa Santa Maria

Entrada de la Casa Santa Maria en la Via dell'Umiltá



Fachada de la iglesia del Gesú (San Ignacio de Loyola)

Sepulcro de San Ignacio de Loyola

La extraordinaria bóveda en la iglesia de los Jesuitas. Fresco tridemensional. La aparente cúpula no existe. Es un techo plano.

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