Sin ampollas ni tendonitis, sin nada más que físico cansancio y ganas de dormir, ha sido como he terminado cada uno de estos 28 días de camino. Faltan solo 111 kilómetros que espero completar esta semana. Todo lo estudiado y planeado ha sido útil y salido bien. Sin embargo hay un detalle que lo considere muy remoto: PULGAS! El Camino tiene chinches y pulgas. Y yo las he alimentado, transportado y transmitido por doquier.
Yo con pulgas! ? Si! El monito del Rey, es un moneco pulgoso. El gringo de Leo carga pulgas como se dice y repito, se dice, de los indios de Jaidukama. Si las tías se dieran cuenta me mandarían para Murri, porque sólo de allá vienen las pulgas. Si, el padre Diego tiene tantas ronchitas rojitas en su piel de porcelana que ya parece carranchil. Ni de riesgos podría sentarme a la mesa. Y que no se den cuenta los españoles, porque de una me mandan para las Indias Occidentales donde desterreban a los pulgosos por sucios y cochinos. La ventaja es que de allá me sacaron, y con espejito. Así qué me harían un gran favor en devolvermen. Y en defensa de los indios, que ahora conste que las pulgas las llevaron en La Pinta, la Niña y la Santamaría.
Todo lo anterior ha sido la lección más fundamental y bien aprendida sobre prejuicios y humildad.
Cuando todas las comodidades se han retado y uno se siente cómodo sin estas, parece como sí la misma falta de comfort se convirtiera en el nuevo criterio de comodidad. Bien es dicho al final que el hombre es un animal de costumbres. Así pues que el no tener carro ni tren para cruzar el norte de España ha hecho de caminar un placer. El no tener cama propia ni cuarto individual, ni jacuzzi han hecho de tener un techo y una cama razón de acción de gracias. Pero los prejuicios o se sacan a la calle a asolearse o se quedan para siempre haciendo cizaña en el corazón.
Si, estoy lleno de pulgas.
Si bien el problema empezó rato atrás, nunca lo traté como lo que era. Ya con el desespero de la picazón fui a la farmacia en Molinaseca a pedir una pomadita que me ayudara. El diagnóstico de pulgas fue tan definitivo que tuve que salir de la farmacia con tres productos y seguir un protocolo de lavar todo en agua caliente y ponerme todo lo que la farmacista me indicó.
El momento de humillación no llego sino hasta Cacabelos, cuando una vez instalados vimos un chinche en una almohada. Siguiendo protocolos, fuimos a informar a los hospitaleros el hecho con el acusado en las manos. En el diálogo lo primero que vino fue un acto de defensa de parte de ellos diciendo que los anteriores huéspedes no informaron nada. Parece que todos necesitáramos salir limpios de pulgas. Nadie lo quiere admitir. Sin embargo después vino una defensa inesperada y mucho más agresiva: -No seríais vosotros que las traído? Preguntó ella. Yo vacilé antes de empezar a responder y en un segundo empezó a señalar todas las ronchas que tengo en el brazo derecho.
-Pero si eres tu el que las trae! Remató ella con aire de victoria.
Y en defensa de las pulgas, mas no propia, debo decir que traigo pulgas y chinches no por indio y bajo ni por blanco y majo sino por la sangre roja que traigo como la de los indios y españoles, los curas, los negros y blancos.
Ahora os pido Un Padre Nuestro por amor de Dios para que las pulgas se hastíen de A+ como yo de menú de peregrino!
Y hoy con toda la lluvia que nos chorrió, mis zapatos mojados están que bien se puede decir que soy también un mono pecueco. Bien tendrán por útil el botafumeiro en la catedral del Santiago.
Ahora para rematar sólo quedan 111 kilómetros para llegar a Santiago desde aquí en Sarria. Una distancia que recorre un bus en hora y media y nosotros en cinco días a velocidad humana.
Este es el itinerario para lo que falta
LUNES Sep. 30 Sarria-Portomarin 22.4 Km
MARTES Oct. 1 Portomarin - Palas de Rei 24.8 km
MIÉRC. Oct. 2 Palas de Rei - Ribadiso 25.8 km
JUEVES Oct. 3 Ribadiso - Pedrouzo 22.1 km
VIERNES Oct. 4 Pedrouzo - SANTIAGO 20.1 km
Esperamos llegar para la misa del peregrino en la catedral de Santiago a las 12 del día (5:00 AM hora en Colombia ) por sí os queréis unir en el gozo de la llegada y la oración!
Pa acabar de ajustar, nooooo. Tranquilo en Sarria tienen fama de sarnosos!!! Ya casi,
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