La Basílica de
San Pedro no es ni la catedral de Roma ni una iglesia parroquial; es nuestro
santuario dedicado al servicio de la Iglesia Universal y en especial a los
peregrinos que vienen de todo el mundo a venerar la tumba del príncipe de los apóstoles.
Mucho hay que decir de la basílica de San Pedro, nuestra estación de hoy. Pero aquí
me limitare solo al altar de la catedra, donde tuvimos la misa estacional
hoy por la mañana.
Cuando
entramos a la basílica de San Pedro, encontramos dos puntos que llaman la atención inmediatamente,
el altar principal, construido sobre la tumba de San Pedro, y el altar de la
catedra, que domina el ábside. Los dos son obra de Bernini. Si arquitectura es música
congelada en el tiempo, entonces podemos decir que esta basílica es un gran
himno de acción de gracias a Dios por la vida de San Pedro y el don de la
continuidad de su ministerio.
El centro del
altar es la catedra de Pedro. Es una escultura de bronce, que sirve de gran
relicario de los restos de madera de la verdadera silla del apóstol en Roma.
Este representa el ministerio del obispo de Roma como fundamento de la Iglesia
universal, querida por el Señor mismo.
La catedra
parece como alzada en el aire y sostenida solo por el Espíritu Santo que se
representa en la ventana. Es de hecho,
el único vitral de toda la Basílica. En la base se encuentran esculturas de los
Santos padres de la iglesia, San Ambrosio, San Atanasio, San Juan Crisóstomo, y
San Agustín. Estudiando la “homilía de bronce” de Bernini, aprendemos que el
sucesor de Pedro es la fuente de la unidad de la Iglesia y administrador de la tradición
cristiana. Al papa lo asisten los obispos, los santos, y los grandes teólogos cristianos.
Sin embargo, su obra no es sostenida por poder humano sino por el Espíritu
Santo que nunca cesa de estar activo en la Iglesia
Oración colecta
Padre eterno, convierte nuestros corazones,
para que, buscándote siempre a ti, único bien necesario,
y practicando la caridad fraterna,
vivamos consagrados a tu servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Basilica de San Pedro, santuario principal del catolicismo |
Altar principal, sobre la tumba de San Pedro y cubierto con el baldaquino de Bernini |
Vista general del altar de la catedra |
Altar de la catedra de San Pedro |
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